
Asfixia. Falta el aire, falta oxígeno. Gritar, gritar , gritar. Más gritos, aullidos. Puñetazos a las paredes, a la almohada, a si mismo. Desesperación. Gritos ahogados porque ya no queda voz. Afonía.
Y tiembla, y se tira en el suelo y se levanta. Se sienta y se pone en pie. Se retuerce.
Un golpe. Una puerta se abre y tan solo una mano emerge de la oscuridad del pasillo. La mira curioso, desconfiado. Es la única ayuda que va a recibir. Quizás sea la forma de escapar, de respirar aire puro.
Temeroso, aún con el pelo revuelto, con la cara desencajada, extiende también su brazo. Busca encontrarse con aquella mano salvadora, liberadora.
Pero se despierta.
Da miedo y me gusta a la vez...
ResponderEliminarLa foto me encanta!!
La canción no... ¬¬ jaja
Muak!!