viernes, 5 de agosto de 2011



Me he quedado por el suelo a solas conmigo…

…Leyendo el manual de los olvidos…




Llamó un taxi. Para cuando aquel regreso las maletas estaban listas. Sobraban las palabras, no hacían falta explicaciones. Puede que comprendiera que juntos tan sólo compartían la soledad que les devoraba el corazón. Ni pizca de magia, la monotonía era dueña y señora de sus vidas.
De tanto mirar el reloj nos abandonó el tiempo, culpable del cambio del sabor de los besos.

Puede que, en algún momento de su vida, volviera a cruzarse con Él.


Tras un abrazo la puerta, maletas en mano, se cerró tras ella.







jueves, 4 de agosto de 2011

Cuando salió del bar él fumaba en la puerta apoyado en un coche cualquiera.
Llovía pero ninguno llevaba paraguas. El abrigo de ella comenzaba a empaparse. El de Él lo estaba desde hacía algún tiempo.
La asaltó por detrás tomándola de la cintura y le dio el beso más apasionado que recibiría en su vida. No fue un beso de amor precisamente, pero era justo el que ella venia necesitando desde hacía  mucho tiempo.
Él le regaló su cigarrillo encendiéndose otro ,  dio media vuelta y se fue.
Fue el final de algo que nunca empezó.
A ella le esperaban en casa otros labios, otras manos y otras tantas cosas que nada tenían que ver con Él.




Se marchó con su prisa…