lunes, 10 de enero de 2011

Otra vez...


Y de nuevo cataratas recorren sus mejillas, como cada vez, porque parece que el destino se ensaña de nuevo. Nunca parece suficiente, siempre necesita más y más. Es como esa fiera enorme que nunca se saciará del todo, que siempre tendrá ganas de más. Acechando, aprovechando cada oportunidad para volver a visitarla y recordarle que aún quedan cicatrices en su alma que no terminarán de sanar por mucho que lo intente, que se abrirán en cuanto la fiera decida hacer acto de presencia marcando, por supuesto, otras nuevas heridas.

Y cree formar parte de un ciclo del que no escapará jamás. 





2 comentarios:

  1. ¿Por qué las historias tristes molan tanto? *·* ¡Me gusta!

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  2. Joder, me siento demasiado identificada con el texto.
    ¡Sal de mi mente! xDDD

    Te sigo, boneca.

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